CASO # 0005: VIERNES.

#0005
Monin



---BITÁCORA
Me pidieron que viniera aquí cada viernes, y que contara una historia.
Hoy me toca presentar a un personaje que tendrán que soportar el resto de los viernes de su vida.
Lo primero que se me vino a la mente fue el llenar el patio central del Espacio en Blanco con un escuadrón de letras, combinadas de tal forma que el mundo pudiera notar que Monin "no es alguien más", pero después de reflexionar un buen rato llegué a la conclusión de que no hay nada extraordinario en realidad.
Monin es bastante simple, pero no corresponde a sí misma enjuiciarse. Por ello, ¡venga! ¡Sean jueces, sean espectadores, sean lo que deseen, que Monin es un ente abierto a opiniones, a todo tipo de sugerencias, a todo tipo de palabras y comentarios!
=)

---LOS HECHOS


Claroscura y monocromática.
En términos de religión, una mezcla homogénea de agnosticismo auto inducido, yoruba por necesidad, hermética por convicción, y, de un tiempo acá Nietzscheana fervorosa.
Se apega a las formas del S.XVIII, vive enamorada de los 80's, y se queja todo el tiempo de su presente. Las máscaras siempre le han llamado la atención, las máscaras y los grandes telones rojos.


Su vida se bifurca: por un lado las Ciencias Exactas, por el otro las Humanidades y las Artes.


Le gusta trotamundear, si alguna vez pudiera perderse en un templo devorado por las selvas, el desierto o las coníferas en la tundra, lloraría de felicidad (y probablemente después de un rato, de hambre y de sed :s).


Admira profundamente la civilización egipcia. Ama Egipto y todo aquello que la transporte hasta esa tierra de dunas de arena dorada. Aunque nunca ha despreciado las raíces de su propia sangre: Tenochca nació, y así morirá.


Cree que los gatos son las criaturillas más maravillosas que poblaron el planeta; nunca se sabe a donde van, ni qué es lo que están pensando. Son limpios, elegantes y de miradas brillantes.


Cree en la magia, y en el poder del sacrificio. Cree en las fuerzas de la naturaleza, en las Leyes de Newton, en la Ley de La Conservación de la Materia y la Energía, en la teoría Cuántica, en el Corazón de los Reyes, en la reencarnación, y en los hechos sobrenaturales; cree en muchas cosas pero no le gusta saber que hace caso a lo que dicen las mayorías. Piensa que es posible confiar en el poder del ser humano siempre que éste demuestre tener voluntad.


También le gusta leer. Cuando no lee siente que se empieza a vaciar, y se acompleja, se siente atacada por la vacuidad y comienza a temer que alguien lo note. Le gustaría tener algún día una enorme biblioteca como la que describe en su palacio, donde no alcance a verse el techo y haya muchas escaleras y puertas secretas.
Y es que Monin vive de su imaginación y de las ideas, y necesita ilusión que las genere, ánimo y espíritu que las impulse. A veces se pregunta: ¿Dónde se ha metido Sócrates?


 Es difícil generar ilusiones cuando se está preso de la escuela, de las materias frías y grises, y Monin está entregada (ya no se acuerda si realmente por su voluntad) a la fría y gris Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN.


La ENCB está a punto de convertirse en uno de sus más grandes traumas si no hace algo al respecto, ¡ah! es verdad, Monin está llena de complejos, pero no son demasiado graves… no siempre. =D
Es cálida la mayor parte del tiempo, y es raro encontrarla en algún pasillo sin su sonrisa Colgate “amarillo descalcificación”, sin embargo a veces hay que tener un poco de cuidado con ella, por que sabe hacer teatro y tragedia de todo lo que le sucede. Siente con frecuencia que la gente urde planes secretos con el único fin de lastimarla y encuentra en cualquier palabra dicha por alguien que no le de confianza una amenaza, (lo que su abuela llama coloquialmente como: "ves por todos lados monos con garrote"), sufre delirio de persecución y sabe sacar conclusiones de la nada.


 Ese es el trastorno paranoide, desgraciadamente, (o afortunadamente) vive con él.
Por eso si te la encuentras por las calles y no le dices nada, probablemente solo te mire fijamente, (y no te sientas mal, pone cara de mala cuando se siente amenazada, pero no es tan feroz).
Pero puedes intentarlo, una sola palabra tuya acompañada de un toquecito de jovialidad, y ella dejará ver su dentadura (a la que por cierto le hace falta un buen tratamiento de ortodoncia).
Desde que probó la comida libanesa, vive con la esperanza del próximo plato de kepe con piñones. Le encanta el chocolate y nunca, “jamais!”, despreciaría una taza de té de jazmín, (aunque cualquier té es bien recibido).


Es fanática de Tomb Raider desde los 7 años, y joystickera compulsiva, aunque claro, sus bajos recursos solo le dan la opción de descargarse los juegos de la red, utilizar un control tipo PS con puerto USB, y manejarse bien con el Magic ISO, y los Emuladores PC para todas las consolas.


Alguna vez quiso ser pianista, pero no lo consiguió, entre más pasan los años se frustra y piensa. "hace poco más de 9 años que comencé, ¡¿qué no podría tocar ahora?!" A veces cuando está de humor lo intenta, pero en el fondo sabe que nada de lo que hace estará bien hecho sin una buena instrucción, por mucha voluntad y trozos de alma que le imprima a cada teclazo.


Tiene un color favorito: vino. A veces llegan a ella chicos “pseudo-emos”, “chacas oscuros” y sus variantes,  diciendo que aman la sangre y que sueñan con convertirse en vampiros, pues bien, ella también ama la sangre pero en un sentido bastante distinto.
No es sádica (compulsiva), lo que sucede es que la sangre siempre ha sido el ingrediente principal de un buen sacrificio; la evidencia de que en el lugar donde se ha derramado ha tenido lugar una ceremonia. A lo mejor ella podría explicárselos mejor, yo creo que lo dice porque  pensar en esa pasión líquida, plásmica y carmín es ese aire caliente en la garganta que te hincha y te dificulta el tránsito del aire al pensar en la vida. No asustarse: al pensar en la vida Monin piensa en el dolor de un despellejamiento, en el ensangrentadero al momento de un nacimiento, en esa fricción roja al momento del acto sexual, en el aliento que se corta con un golpe en la mitad de la tráquea, en el amor a la tierra, en cada uno como parte milésima del Gran Todo... (Y aquí se escuchan los tambores). A veces desea imaginar que en alguna vida pasada fue un guerrero con espada que murió en una batalla sangrienta.


Otro de sus sueños es ser soldado.
Cuando se lo contó a "alguien”, y "alguien" preguntó por qué, Monin respondió que le gustaría poner cada pasaje de su vida en cada bala, cada flecha, o cada golpe de arma blanca; desgarrarse el corazón sabiendo que deja atrás todo lo que ama por una causa donde se hermana con un montón de compañeros que no saben si volverán al hogar.  Le parece que la muerte del soldado es de las más honrosas que existen, siempre y cuando la causa sea propia, y no esté siguiendo comandos.


Entre sus fantasías más frecuentes se encuentran aquellas en donde debe probarse a sí misma enmedio de una catástrofe. Después de todo el ser humano no posee nada, más que cuerpo alma y corazón y con ello debería bastar para salir adelante. A ella le gustaría sentir el miedo, y el deseo de supervivencia correrle por las venas.


Por cierto, querido bloggerlector, no debes pensar que Monin es tan deportista. Ella no jugaría nunca algunos tipos de deporte, y pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia alejada de la actividad física  porque por algún motivo tiene balonfobia.
A Monin le fascina la Historia, La Química, y la Filosofía. Pero hay una única materia que la ayuda a conciliarse con el mundo y con ella misma: La metafísica. Es para ella una búsqueda infinita, que le da esperanzas y la guía paso a paso en su transitar diario. “Algún día”, dice Monin. “Algún día le dedicaré un poco más”


Es difícil vivir en un sitio donde a veces las personas que piensan un poco diferente al promedio gozan discriminando y llamando "fumadez" a sus ideas, es por eso que Monin tiene un sitio donde puede vivir sin que esto tenga que ocurrir y donde las personas que ella más aprecia pueden encontrar un refugio. No hay más que hacer que creer en Monin, cerrar los ojos y dejarse guiar hasta allí. A ella le gusta salir de allí muy de vez en cuando, y ahora se asoma a veces, solo a veces.


Vendré el día acordado a postear mi jugo de sesos. ¿Vale?
Mes.

-----ARCHIVO

*Nacionalidad:
Mexicana
*Fecha y lugar de nacimiento:
México D.F., 18 de agosto de 1992.
*Estado civil:
--
*Tipo de sangre:
O+
*Altura y peso:
60 pulgadas, 441 Newtons.
*Color de cabello:
Azul
*Color de ojos:
Café demasiado claro para ser marrón, demasiado oscuro para ser miel.
*Signo:
Leo
*Ocupación:
Estudiante
*Deportes:
Esgrima/ danza árabe
*Grupo/artista favorito:
Yann Tiersen
*Pasatiempos:
coleccionar cosas.
*Flor favorita:
Astromelias
 
¿Más acerca de?



Presentación: Solennon

Difícil tarea la de presentarse, ¿eh?...

Soy Solennon, y la idea de tener un blog colectivo surge de la necesidad de poder expresarme en conjunto con otros fantásticos bloggers. Usted, lector, no podrá contradecirme viendo la calidad de lo ya publicado, y menos aún cuando lea lo que está por venir.

Me gusta mucho la música y a lo último a lo que le pondría atención sería al denominado "Género". Esto no significa que me guste el reggaeton o demás aberraciones, se refiere simplemente a que mi buen gusto va más allá de un tipo de música en particular; puedo disfrutar por igual a The Rolling Stones, Joan Manuel Serrat, Mozart y Daft Punk. (Si te interesa saber más sobre lo que escucho, puedes visitar mi Last.FM)

Apasionado de la literatura en general, leo todo lo que me cae en las manos; desde publicidades de Wal-Mart hasta revistas de fitness, pasando por los libros infantiles. Obviamente tengo libros favoritos, pero serían demasiados como para enlistarlos aquí; bastará decir que el mejor libro que he leido en mi vida es "Cien Años de Soledad" de Gabriel García Márquez y siento por ese texto un cariño difícil de explicar.

No suelo ver televisión; antes veía Lost y House, ahora que la primera terminó y perdí el hilo de la segunda, ya no la veo.

Seguro habrá muchas cosas de mí que no he dicho en esta entrada, si quieres conocerme más a fondo, visita mi blog personal.

Saludos, y ojalá este colectivo prospere de acuerdo al talento de sus redactores...

Directo desde Perú

Por razones que normalmente desconozco, siempre me encuentro a mí mismo escribiendo en blogs colectivos.

¿Cómo llego a ellos? No lo sé.
¿De dónde salen? Tampoco lo sé.
¿A dónde van una vez que mueren? Interrogante de la vida.

De hecho, una vez terminé siendo el responsable de un blog colectivo, y sigo sin saber exáctamente cómo pasó.

Sea como sea, el caso es que por azares del destino, ahora soy parte de Espacio en Blanco, y me toca escribir los martes.

A diferencia de Mystique, que nombró su día; yo no voy a decir que los martes son "Martes Peruanos", principalmente porque si la vida fuera justa, me tocaría escribir toda la semana.
Lamentablemente, siguiendo el espíritu de colectividad de un colectivo, tengo que respetar mi turno y hablar solamente cuando me sea asignada la palabra.

Don't get me wrong, estoy seguro de que mis colegas bloggers harán un gran trabajo escribiendo en cualquiera que sea su estilo acerca de cualquiera que sea el tema; pero el problema aquí es que una de mis cosas menos favoritas en todo el mundo, es compartir el spotlight con otra gente.

Sí, eso puede sonar tremendamente egocéntrico, y tal vez lo sea; pero es la puritita verdá'
Toda mi vida he amado ser el centro de atención, y amo que la gente se concentre en mí.

¿Eso significa que tengo problemas de inseguridad?
¿Acaso eso quiere decir que necesito la validación de los demás para validarme yo mismo?
¿Mi autoimagen es tan pobre que tengo que depender de otra gente?

No.
Dejen de tratar de psicoanalizarme.

El punto de todo esto, era avisarles que me toca escribir los martes.
En teoría también debería de hacer una breve presentación, pero no lo haré.
Lo sé, soy tremendamente sexy, rebelde, y badass.

Así que, sin más preámbulos, bienvenidos a Espacio en Blanco: el blog que fue nombrado así porque nadie aceptó mi sugerencia de llamarlo "El cielo de los perritos"

Yo soy el Ninja Peruano, y seré su mesero éste y todos los demás martes.
¿Quiere ver la carta, o prefiere que le diga los especiales?

Entrada en blanco.

Y hemos llegado a Espacio en Blanco.
Algo que irónicamente jamás estará en blanco, pero bueno, el punto es que desde hoy escribo aquí, desde hoy, los lunes son Lunes Místicos, porque suena patético pero igual es genial.

Supongo que debería de presentarme entonces; evidentemente soy Mystique y escribo aquí, pero supongo que con eso no basta, creo que no es suficiente para que tengan una ligerísima y distorsionada idea de quién soy yo.
Nunca fui muy buena para describirme, saber lo que soy, pero here we go.

Soy Mystique, la semihumana sumamente rara a la que le gusta escribir, no importa de qué, la joven que se obsesiona con videojuegos de zombies, la adolescente ligeramente insensible que se queda dormida en todos lados.
Me gusta el olor a pizza y me chocan los nopales, me gustan las vacas y los osos polares, no me gusta que me vean comer y si el queso contara como platillo sería mi favorito. Me desvelo por un gatonejo y colecciono flores secas; me gustan las orquídeas y podría drogarme con el olor de las gardenias, aunque también me gusta el olor a pintura.

Soy menos rosa de lo que parezco y me gusta usar calentadores en los brazos, mi cabello tiene vida y uso jeringas en las orejas.
Karma Police me pone triste pero igual es una de mis canciones favoritas. Me gustan los antifaces y el color morado, las quesadillas y los converse sucios, me gusta tomar fotos aunque sea mala y siempre hago intentos por coordinarme y tocar la guitarra mientras canto. Hasta ahora, mi conclusión es que coordinar nunca será lo mío. Suelo ser torpe.

¿Y cómo llegué aquí? Por el gran Solennon, quien tenía intenciones de reclutar buenos bloggers para un colectivo que no fuera tan patético como todos los demás.
¿Entonces Solennon me considera buena blogger? Yay! Bien por mi autoestima, pero en fin, debrayo. El blog le dice hola al mundo, no se librarán tan fácil de nosotros.
Soy Mystique, una buena razón para esperar a que sea lunes otra vez.